
Pese a que en muchos pueblos se inician las matanzas del cerdo en noviembre, es en enero y febrero los meses en los que se desarrolla la mayor parte de esta tradición. Son muchos los pueblos de la Ribera del Duero en los que se hacen demostraciones de cómo se hacían las matanzas antiguamente, seguidas de grandes comidas populares hechas a base de productos del cerdo como la panceta, el chorizo, la careta o los torreznos.