Las aguas del río Duero / una leyenda musitan: que donde Burgos y Soria / hacen cambio de provincia, en un famoso cenobio / con una hermosa hornacina, donde una Virgen preciosa / que de La Vid se decía, y a admiraciones devotas / al ojo cristiano incita, pasó una noche Teresa, / camino de Soria fría. Diz que dicen, no se sabe / si esto es verdad o mentira pero si el Duero murmura / hay que pensar que suspira. (Ángel Ferrero Rodríguez: SANTA TERESA Y LA VID. 1581.Fundación de Soria).