viernes, 27 de abril de 2018

El enoturismo descubre la ruta segoviana de Ribera del Duero

Parque Natural de las Hoces del Río Riaza
El único enclave natural de la Denominación de Origen aporta en la provincia una singularidad «fundamental».

El Norte de Castilla. Texto: Susana Gutiérrez. Segovia.  24 abril 2018.

Representa una pequeña parte del terreno amparado por la Denominación de Origen Ribera del Duero, pero la aportación de la provincia de Segovia a la Ruta del Vino se considera indispensable y un gran reclamo natural para los enoturistas que buscan experiencias para completar su viaje. El municipio de Montejo de la Vega de la Serrezuela con su refugio de aves rapaces y las hoces del río Riaza, el centro de Interpretación del Parque y la bodega de Ribera del Duero, Severino Sanz, enclavada en esa zona de naturaleza; conforman la presencia segoviana dentro de la Ruta del Vino Ribera del Duero. «Para nosotros es muy importante, para una ruta del vino contar con un reclamo de estas características es singular y único, nos hace diferentes», explica el presidente de la Ruta, Miguel Ángel Gayubo. De hecho, la participación segoviana aparece reflejada con relevancia en todas las acciones promocionales. «Mucha gente opta por visitarlo, cada vez más, es nuestra riqueza natural y nos sentimos orgullosos de tenerlo dentro del producto turístico», insiste el responsable del colectivo.

Desde la Ruta del Vino Ribera del Duero se ha constatado, según su presidente, que con gran frecuencia el enoturista necesita «algo a mayores, que se le ofrezcan experiencias». Por ello, este tipo de ofertas naturales, de senderismo y aire libre consiguen el objetivo de que el visitante decida pernoctar en la zona, uno de los retos en toda la zona de Ribera del Duero.

«Para quedarse a dormir hay que ofertar experiencias, a veces las personas que vienen no solo quieren ver piedras, hay muchos enoturistas que quieren naturaleza. Llaman a la oficina de la ruta para pedirlo y nosotros afortunadamente tenemos la zona segoviana y les podemos dar una respuesta positiva», afirma Miguel Angel Gayubo.

A esta oferta natural, se une también una bodega emplazada en medio del paraje, Bodegas Severino Sanz, quien trabaja para impulsar su oferta enoturística, al ver el potencial que tiene la oferta paisajística de la Ruta del Vino. Sólo hay otra bodega de Ribera del Duero emplazada en Segovia que «también esta mirando entrar en la Ruta del Vino para entre todos impulsar esa zona», desvela el presidente.

«Cada vez son más los enoturistas que optan por venir a conocer la naturaleza, pero necesitan también a alguien que les explique lo que están viendo». Así lo detalla Candelas Iglesias, guía de naturaleza y propietaria de Abubilla Ecoturismo, empresa adscrita a la Ruta del Vino, que ha impulsado en los últimos años el turismo de naturaleza por la provincia de Segovia. Iglesias destaca la gran riqueza de la zona que alberga la mayor colonia de buitre leonado de Europa, perfectamente conservado a través del Fondo de Recuperación del Refugio, liderado por el doctor Fidel José Fernández.

A través de las rutas guiadas, el visitante tiene la oportunidad de descubrir la variedad de paisajes de la Ribera del Duero, a la vez que practicar la observación de aves y otro tipo de fauna, además de conocer la flora y huellas de animales.

En estos recorridos participan también las personas que viven en el medio local: los pastores, los apicultores… con el objetivo de dinamizar las profesiones que se han llevado a cabo siempre en el medio rural. «Cada vez hay más interés por los parajes naturales, eso está en auge ahora mismo. De hecho, en el mundo el turismo de observación de aves está teniendo los mayores ingresos dentro de todas las actividades que se hacen de turismo de naturaleza, pero en España y en Castilla y León está poco regulado», afirma Candelas Iglesias.

Hoces del Riaza

Al respecto, destaca que existe un gran número de visitantes interesados en conocer el parque natural, pero quieren que alguien se lo enseñe. «A las personas les gusta ir acompañados por un guía, un equipo óptico y que les interpreten todo. Aunque les des un folleto, ellos van caminando y no saben ni qué es esa planta, ni cómo se ha formado geológicamente ese paisaje tan espectacular que están viendo, y cuáles son todos eso animales que están observando», destaca. En esta línea, la intérprete de la naturaleza también resalta el nivel de «satisfacción y sorpresa positiva»que se llevan los visitantes al conocer la zona.

El Parque Natural de Las Hoces del Río Riaza es un enclave único para disfrutar de la naturaleza dentro de la Ruta del Vino Ribera del Duero. Se trata de un espacio por el que transcurre el río Riaza que discurre ondulado entre paredes calizas habitadas por buitres leonados y rodeado por el bosque de ribera. En un extremo, se extiende el impresionante embalse de Linares del Arroyo, mientras que en contraste aparecen, al otro lado, las paredes verticales del cañón que abren paso a una zona de huertas y viñedos. «Esta diversidad de paisajes enriquece todo el territorio del Parque Natural y lo convierte en uno de los grandes atractivos naturales de la Ruta del Vino Ribera del Duero», incide Miguel Ángel Gayubo.

La Casa del Parque

Por su parte, la Casa del Parque Hoces del Río Riaza se ubica en Montejo de la Vega de la Serrezuela, una localidad habitada por unas 150 personas, rodeada por tierras de cultivo y viñedos. En su interior, una exposición permite al visitante conocer la flora, la fauna, la geomorfología y el patrimonio de este espacio e informarse de las rutas que permiten descubrirlo. En la Casa del Parque es también donde se solicitan los permisos necesarios para caminar por algunos de los senderos durante los meses de cría del buitre leonado, entre el 1 de enero y el 31 de julio.

El paraje ofrece seis sendas, señalizadas y homologadas que permiten al senderista adentrarse en el entorno del Parque Natural. A lo largo del camino un gran número de atractivos patrimoniales, etnográficos, paisajísticos, botánicos y faunísticos. Uno de ellos, según Gayubo, el paraje de La Catedral, unas paredes verticales llenas de oquedades y habitadas por buitres leonados o el bosque de ribera del río Riaza que discurre encajonado junto a la corriente de agua.

En el trayecto también la mano humana ha contribuido a dar forma a este espacio natural y dentro de su territorio se esconden muestras del rico patrimonio etnográfico tales como tenadas, construidas antaño por los pastores, antiguas colmenas y lavaderos, además de lugares monumentales como la Ermita del Casuar. El Parque Natural Hoces del Río Riaza está muy vinculado a un nombre propio: Félix Rodríguez de la Fuente. El naturalista impulsó la protección de este espacio y lo catapultó a la fama al incluirlo en su serie 'El hombre y la Tierra'.

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