El nuevo prior de los Agustinos, P.Alejandro Moral, nos invita a sensibilizarnos de que las personas somos personas.
Desde septiembre de 2013, Alejandro Moral es el superior de los Agustinos. Conoció la Orden cuando era muy pequeño, pero entró en ella a los 17. Aunque han pasado 41 años, todavía cuando habla de su vocación se le ilumina la mirada.
P. Alejandro Moral Antón. Prior General de los Agustinos:
"Me hice agustino por pensar que los religiosos se dedicaban a los demás, se daban a los demás. Ese deseo de darme a los demás también fue muy importante dentro de esa llamada”.
Los Agustinos son una de las tres grandes órdenes mendicantes, junto a los franciscanos y los dominicos. Los fundó un Papa, Inocencio IV, en el año 1243 porque unos ermitaños de la Toscana italiana querían vivir la regla propuesta siglos antes por San Agustín.
P. Alejandro Moral Antón. Prior General de los Agustinos:
"Nosotros somos "Ora et studia”. Oración y estudio. Pero somos de vida apostólica. Trabajamos en parroquias, en misiones, somos misioneros también; tratamos de llevar el Evangelio a los distintos lugares”.
Actualmente, hay 3.000 agustinos. Están repartidos en 40 países de todos los continentes. Con sus colegios y universidades, mantienen la inquietud intelectual de San Agustín.
Pero recuerdan también que San Agustín fue también un luchador por la paz y por los pobres, que vendió los bienes de la Iglesia para dar de comer a los necesitados.
P. Alejandro Moral Antón. Prior General de los Agustinos:
"Tenemos que sensibilizarnos mucho porque vivimos en un mundo de enormes injusticias, de situaciones muy graves, de muchos pobres, de muchos necesitados. El Papa nos lo está recordando: sensibilizarnos todos de que las personas somos personas. Y necesitamos ayudarnos y necesitamos solidaridad”.
Los agustinos predican con el ejemplo. Desde hace años, han lanzado iniciativas para combatir el tráfico de personas. Además, construyen hospitales, atienden a enfermos de sida, y forman espacios de diálogo en lugares de conflicto.
Pocos saben que cuentan con una oficina en la ONU, para conocer los problemas del mundo y para recordar en foros internacionales ámbitos del ser humano como la trascendencia, que a menudo son poco considerados.
Un papel y una misión que según el nuevo prior general serían incapaces de vivir si descuidasen lo más importante: la oración, la vida de comunidad, y la propia vida espiritual. En definitiva, "ora y estudia”.
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