«Las bodegas nos muestran cómo vivían los antiguos pobladores»

El historiador Jesús Peribáñez publica un libro sobre cómo surgió la villa arandina y el resto de los pueblos del entorno en la Edad Media, partiendo del plano del pleito del año 1503

La bibliografía sobre la historia de Aranda de Duero y su comarca suma ya un nuevo ejemplar, válido tanto para estudiosos del tema como curiosos en ahondar sobre cómo se vivía hace cinco siglos en la Ribera. El historiador Jesús Peribáñez, que ya escribió junto con Isabel Abad Aranda de Duero, 1503 (2003), publica ahora bajo el auspicio del Ayuntamiento arandino la obra 1503. La Villa de Aranda de Duero y su comarca en los inicios de la modernidad, a partir de lo que ha sido su tesis doctoral y que profundiza en cómo nació y se desarrolló el entorno rural de la capital ribereña y el escenario económico y social de la villa que logró ser el centro de la zona gracias a las prebendas reales.

Lejos de los arduos tratados históricos, este libro acerca con un lenguaje sencillo y una edición muy clara la forma de vivir de los antepasados arandinos. «El planteamiento es ese, a través de los espacios, ver cómo vivía la gente, para que se convierta en algo que tenemos más próximo», apuntaba Jesús Peribáñez en la presentación del libro. El trabajo, que toma el plano de 1503 como plantilla para el desarrollo del contenido, analiza «cómo era el medio natural en la Edad Media, hemos tratado de reconstruir el medio natural, el medio físico que vivieron los arandinos y ribereños a finales del siglo XV» para pasar a analizar «cómo ha evolucionado el poblamiento rural, el origen de nuestros pueblos, su importancia y su decadencia hasta que a finales del siglo XV se configura lo que hoy conocemos como nuestros pueblos, la red rural de Aranda de Duero que es exactamente la misma ahora que a finales de la Edad Media» y culmina con el estudio del nacimiento y desarrollo de la propia capital comarcal, «una ciudad que nosotros tenemos fosilizada en el plano de 1503, y sobre esa base del espacio físico hemos tratado colocar toda la documentación que hemos encontrado en los archivos para saber no solo qué espacios había sino cómo vivía la gente que estaba sobre esos espacios», apuntaba Peribáñez.

Junto a este plano, el autor reconoce que los arandinos siguen pisando el suelo tal y como lo pisaron sus antepasados y encontrar en la trama urbana espacios que retrotraen al paseante a la misma Edad Media. «En Aranda tenemos la inmensa suerte de que además de tener dónde vivía esa gente, es decir, el plano urbano y el urbanismo que pisamos cuando salimos a la calle, tenemos un subsuelo que nos habla de cómo vivía esa gente», reconoce.

La iniciativa de publicar este libro histórico partió del Ayuntamiento de Aranda, que ha editado 1.200 ejemplares que se pondrán a la venta al precio de 10 euros. Una obra indispensable en cualquier biblioteca ribereña.