La Revista Vida Nueva (nº 2.892) dedica una nota a Las Edades del Hombre.
Aranda de Duero acoge Eucharistia, la exposición de Las Edades del Hombre centrada en orfebrería y ornamentos litúrgicos.
Las Edades del Hombre llegan a Aranda de Duero con Eucharistia, su décimo novena exposición. “La pretensión es contar en qué consiste la Eucaristía, cómo ha sido su desarrollo histórico y cómo se vive y se celebra en nuestras comunidades”, explica Juan Álvarez Quevedo, delegado diocesano de Patrimonio de la Archidiócesis de Burgos y comisario de la muestra.
“El visitante podrá contemplar cómo se genera, se gesta, la Eucaristía como alimento, como sacramento, como compromiso. Hemos pretendido involucrar al visitante en esta celebración. No solamente hemos intentando explicar cuáles han sido sus antecedentes, sino cómo se constituye la Eucaristía y cómo se celebra. Y en esta celebración mostrar cómo yo, como creyente, como ciudadano de una comunidad del siglo XXI, puedo participar en ella”, añade.
“Las 121 piezas son de una calidad extraordinaria. Prácticamente todas son nuevas –añade Gonzalo Jiménez, el actual secretario general de la Fundación de Las Edades del Hombre–. Habrá alguna que repitamos por cuestión de guión, pero la inmensa mayoría son nuevas”.
El guión expositivo lo ha creado el sacerdote Juan Manuel Sánchez Caro, actual director de la Casa de Santiago en Jerusalén, en dos sedes: las iglesias góticas de santa María y san Juan, que han sido rehabilitadas ex profeso y que tienen gran protagonismo, junto a obras como la extraordinaria talla de san Juan Bautista (1523), de Diego de Siloé, procedente de la catedral de Burgos; un San Gregorio (s. XV) pintado en óleo sobre tela por Fernando Gallego, que ha prestado el Museo de la Catedral de Salamanca; o el San Juan de Sahagún (1691), de Claudio Coello, procedente de la iglesia del Carmen de Abajo (Salamanca).
La iglesia de Santa María acoge los tres primeros capítulos –Panis Quotidianus, Antoquum Documentum y Cena Novissima– de los cuatro en los que se ha dividido la exposición, pero sorprenderá al mostrar de nuevo su retablo mayor (s. XVII), recuperado por la Fundación de Las Edades del Hombre después de décadas diseminado, aunque algunas de sus piezas han desaparecido. En la iglesia de san Juan transcurre el último capítulo –Mirabile sacramentum, en torno al Corpus y la celebración de la Misa– del que consta el guión de la exposición, que se inaugurará el próximo día 6 con la presencia de la infanta Elena.
“Las 121 piezas son de una calidad extraordinaria. Prácticamente todas son nuevas –añade Gonzalo Jiménez, el actual secretario general de la Fundación de Las Edades del Hombre–. Habrá alguna que repitamos por cuestión de guión, pero la inmensa mayoría son nuevas”.
El guión expositivo lo ha creado el sacerdote Juan Manuel Sánchez Caro, actual director de la Casa de Santiago en Jerusalén, en dos sedes: las iglesias góticas de santa María y san Juan, que han sido rehabilitadas ex profeso y que tienen gran protagonismo, junto a obras como la extraordinaria talla de san Juan Bautista (1523), de Diego de Siloé, procedente de la catedral de Burgos; un San Gregorio (s. XV) pintado en óleo sobre tela por Fernando Gallego, que ha prestado el Museo de la Catedral de Salamanca; o el San Juan de Sahagún (1691), de Claudio Coello, procedente de la iglesia del Carmen de Abajo (Salamanca).
La iglesia de Santa María acoge los tres primeros capítulos –Panis Quotidianus, Antoquum Documentum y Cena Novissima– de los cuatro en los que se ha dividido la exposición, pero sorprenderá al mostrar de nuevo su retablo mayor (s. XVII), recuperado por la Fundación de Las Edades del Hombre después de décadas diseminado, aunque algunas de sus piezas han desaparecido. En la iglesia de san Juan transcurre el último capítulo –Mirabile sacramentum, en torno al Corpus y la celebración de la Misa– del que consta el guión de la exposición, que se inaugurará el próximo día 6 con la presencia de la infanta Elena.
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